Es un material ecológico, de fácil acceso, además hay grandes excedentes de paja y muy económica.
Este tipo de construcción ha vuelto a tomar fuerza de nuevo en muchos países, sobre todo en Alemania, Francia e Inglaterra como principales promotores de este tipo de material, sin olvidar mencionar que hay miles de casas de este tipo en muchos países Europeos, incluido España.
Construir con fardos de paja es relativamente nuevo, pues en la antigüedad no había máquinas embaladoras. Su origen data de Estados Unidos, a finales del siglo XIX, ya que muchos colonos, al no disponer de materiales para la construcción, utilizaron las balas de paja, como algo temporal.
Rápidamente se dieron cuenta de la eficacia de las mismas, siendo un material muy aislante tanto en las campañas más gélidas, como en las más calurosas, además de ser un material fácil de trabajar y económico.
Hoy día, es una forma más de construcción que va ganando adeptos y que sin duda, no solo cumple con los estándares de confort y seguridad sino que supera muy notablemente a la construcción de ladrillo, tanto en seguridad como en aislamiento.
Expertos, geólogos, Arquitectos, profesionales de la construcción, y un largo etc., han hecho y están demostrando con pruebas científicas y fehacientes, como una construcción con este material, es ignífuga así como muy resistente ante movimientos sísmicos.
También es importante destacar, que este tipo de viviendas, no solo es resistente durante siglos, sino que además en caso de deterioro o abandono, no produce escombros, por tanto no hay deshechos, es totalmente ecológica y sus restos no contaminan la tierra.
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